Lo que está en juego en el debate Provida vs. Proaborto, no es solamente un asunto de "creencias" ni de datos estadísticos acerca de las vidas de madres y/o de los seres humanos recién concebidos o en estado de gestación que se pierden o se salvan con la despenalización o con la penalización del aborto.
Pensemos muy bien cuál es la estrategia de escalada que usan los proabortistas: en Colombia, el lobby proabortista logró que, en 2006, se despenalizara el aborto para tres casos específicos:
- Cuando la continuación del embarazo constituya peligro para la vida o la salud de la mujer.
- Cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida.
- Cuando el embarazo sea el resultado de acceso carnal o acto sexual sin consentimiento o de inseminación artificial o transferencia de óvulo fecundado no consentidas, o de incesto. [1]
Habría mucho qué decir acerca de la terminología y fraseología que se usa, y de los presupuestos que subyacen en ellas, pero por el momento no nos detendremos en ello; como quiera que sea, el hecho es que, en la actualidad, están propugnando porque se despenalice totalmente el aborto inducido con la voluntad y el consentimiento expresos de la madre, sin que medie, ni se le pueda exigir, explicación o justificación alguna para ello; bastaría con que la madre quiera que se le practique el aborto para que éste sea legal y no penalizable.
Si tal situación es aprobada por la ley, ¿Qué impedirá que, con la vuelta de los años, y la creciente des-sensibilización que esto ocasionaría hacia la vida humana en sus primeras etapas, más adelante se despenalice también el "infanticidio" bajo argumentos tales como la caída en la desgracia económica, que no permitiría proporcionarle a la criatura una vida "digna"[2]; que, posteriormente al parto, se descubrió un determinado mal incurable o se originó tempranamente una discapacidad que le haría "difícil" la vida al bebé; o, simplemente, que la madre fue abandonada por su pareja, y, a partir de ello, le tomó aversión al hijo… etc.?
Nada raro que se arguyeran tales circunstancias, ya que los principales argumentos que se esgrimen a favor del aborto son la voluntad y el deseo de la madre: según ellos, si el bebé no es deseado, debe estar en decisión de la madre el darle a luz o el abortarlo. Grave decisión y tremendo poder si se toma en cuenta que la mayoría de los “embarazos no deseados” se presentan en mujeres adolescentes, sujetas a muchas presiones de diversa índole que, en definitiva, no les permitirían tomar la decisión con verdadera libertad, como de hecho ocurre en la actualidad en la inmensa mayoría de los abortos inducidos en madres adolescentes.
Nada raro que se arguyeran tales circunstancias, ya que los principales argumentos que se esgrimen a favor del aborto son la voluntad y el deseo de la madre: según ellos, si el bebé no es deseado, debe estar en decisión de la madre el darle a luz o el abortarlo. Grave decisión y tremendo poder si se toma en cuenta que la mayoría de los “embarazos no deseados” se presentan en mujeres adolescentes, sujetas a muchas presiones de diversa índole que, en definitiva, no les permitirían tomar la decisión con verdadera libertad, como de hecho ocurre en la actualidad en la inmensa mayoría de los abortos inducidos en madres adolescentes.
Tal vez lo dicho hasta el momento pueda parecer algo extremista… por no decir tremendista; pero no es tan descabellado si nos percatamos de que algunos filósofos y profesionales sostienen que no nacemos siendo humanos sino, simplemente, y de acuerdo con la taxonomía de las especies biológicas, homo sapiens sapiens (otros utilizan el término homínido), y que es la educación la que nos humaniza, la que nos "hace" humanos; otros, por su parte, afirman que no es que los seres humanos seamos personas, sino que es el legislador el que nos reconoce como tales… es decir, según estas ideas, es en virtud de la "cultura" y del "estado de derecho"[3] que podemos decir que somos personas, que somos seres humanos.
Según esas líneas argumentativas, puesto que el recién nacido, y los niños en general hasta el año o año y medio de vida, todavía no han sido "culturizados" [4], y, por tanto, todavía no son humanos, el legislador podría decidir, sin incurrir en violaciones éticas ni morales, negarles el estatus de "persona".
Según esas líneas argumentativas, puesto que el recién nacido, y los niños en general hasta el año o año y medio de vida, todavía no han sido "culturizados" [4], y, por tanto, todavía no son humanos, el legislador podría decidir, sin incurrir en violaciones éticas ni morales, negarles el estatus de "persona".
¿Será que sí es cierto que el "homo sapiens sapiens" sin educación y cultura algunas, es completamente equiparable a un animal? ¿No habrá en él, aún sin educación, algo radical y esencialmente diferente al animal? ¿Sí es cierto que sólo se es persona como una concesión del legislador? Entonces, por ejemplo, allí donde todavía están en vigencia las prácticas esclavistas, ¿los niños, las mujeres y los varones, que en tales lugares son sometidos a esclavitud, no son personas sólo porque la legislación local (y aunque fuera global) así lo determina? Y, ¿qué pasa con la ingente cantidad de mujeres que viven sometidas a toda clase de abusos, maltratos y discriminaciones en naciones donde no se les reconoce como ciudadanas o como personas?...
¿Qué nos haría diferentes y mejores que las "personas" de esos lugares si, igual que ellos, amparándonos en el hecho de que "tenemos la palabra y el poder", desconocemos el estatus de "persona" y la dignidad de "human@" de quienes, a causa de un incipiente estado de desarrollo biológico que los someten a invisibilidad social, no pueden expresarse ni defenderse?
Si a eso le añadimos el hecho de que algunos definen el concepto de persona de acuerdo a características funcionales (consciencia, responsabilidad, autonomía, entre otras), entonces quienes no son "funcionales" debido a que en ellos algunas de estas características, o todas, están reducidas o ausentes, como en el caso de quienes nacen con, o adquieren, discapacidades cognitivas, motoras o sensitivas; de quienes quedan en "estado vegetativo"; de quienes se encuentran en un estado avanzado de deterioro debido a una enfermedad o al proceso normal de envejecimiento... por citar algunos casos, ¿no son, o dejan de ser, personas?, ¿no son, o dejan de ser, seres humanos?, ¿no tienen, o dejan de tener, derechos? Por estar, en muchos casos, sujetos a la decisión y la voluntad de otros, ¿esos otros "responsables" de ellos tienen derecho a decidir omnímodamente sobre su vida?
Pero, retornando al asunto del aborto, que fue con el que se inició este comentario, y de lo que está a la base del debate Provida-Proaborto, que es el estatus y la dignidad humana del ser humano recién concebido y del que se encuentra en estado de gestación, es que si no se les reconoce como seres humanos, sino simplemente como un "amasijo de células", esto les daría carta blanca a ciertos científicos y laboratorios para experimentar, sin temor a consecuencias jurídicas, penales y económicas, con embriones humanos, para "cultivarlos" en laboratorio, para experimentar con las células madre embrionarias; más aún, para "cultivar" y matar embriones humanos para comercializar sus "placentas"[5], y otros "productos y subproductos embrionarios comercializables".
Así, pues, debemos estar alerta y tener una mirada crítica frente a propuestas que se venden bajo la máscara de "defensa de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer", "defensa del derecho de la mujer a decidir", "defensa del derecho a morir dignamente", "mejora de las condiciones de vida", etc., pues en realidad tienen como base los intereses económicos de empresas multinacionales, "mercaderes de la vida y la muerte, de la salud y la enfermedad", que buscan el desconocimiento de la dignidad humana (no sólo de los seres humanos recién concebidos y en estado de gestación, sino también de otras "categorías" de seres humanos vulnerables e indefensos), como una estrategia para defender, fortalecer y/o ampliar sus campos de investigación, su estabilidad y poder económicos y sus frentes de mercado.
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NOTAS:
[1] “Despenalización del aborto en Colombia. 2006 – 2012. Seis años de Trabajo contra viento y marea”. En:
http://www.profamilia.org.co/index.php?option=com_content&view=article&id=591:despenalizacion-del-aborto-en-colombia-2006-2012#_methods=onPlusOne%2C_ready%2C_close%2C_open%2C_resizeMe%2C_renderstart%2Concircled&id=I0_1351976111292&parent=http%3A%2F%2Fwww.profamilia.org.co&pfname=%2F591%3Adespenalizacion-del-aborto-en-colombia-2006-2012; consultado: 19.11.2012; 12:50 p.m.
[2] Téngase en cuenta que, en la actual "cultura del confort" (promovida, por supuesto, por quienes mercadean y se enriquecen con los "bienes" y "servicios" de confort), se entiende por "vida digna", aquella en la que la persona tiene a su disposición toda clase de lujos y comodidades… ¿Será que sí basta esto para "medir" la calidad de vida de las personas?
[3] Nótese que "estado" está escrita con inicial minúscula, o sea que acá no me refiero al aparato político y administrativo de una nación, sino a la condición de quien es sujeto de derechos y deberes.
[4] "inculturados", "aculturados", "enculturados", "socializados", "educados", o cualquier otro término que se use para referirse al proceso por el cual las nuevas generaciones son vinculadas a un colectivo humano determinado.
[5] Parece una conclusión ridícula, pero recordemos que algunos productos (como, por ejemplo ciertos champuses) están hechos a base de la placenta de ciertos animales… ¿Por qué no también de la placenta de "animales" humanos?
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