PARA REFLEXIONAR:

"Lo peor de la guerra no es que nos quite la vida, sino que nos quita la humanidad"

"¿Cómo podremos acabar con la guerra y la violencia si no valoramos, respetamos y cuidamos la vida humana desde su mismo comienzo?"

miércoles, 27 de marzo de 2013

APUNTES BREVES 11: ¿CONCIENCIAS "TRANQUILAS" O PURIFICADAS?


La misión de la Iglesia no es tranquilizar conciencias, sino purificarlas; y, para conseguirlo, a menudo ha de ser dura en sus palabras y en sus exigencias.
 
Sin embargo, algunos sacerdotes y misioneros, por temor a que los fieles emigren a otras "iglesias", optan por hablar sólo "cosas bonitas", y por convertir las ceremonias en reconfortantes "espectáculos" espirituales que no calan profundo, que no tocan la vida ni la integralidad de la persona, y que no comprometen en el camino de conversión al Señor.

APUNTES BREVES 10: EVANGELIZACIÓN... ¿INCULTURACIÓN O ACULTURACIÓN DEL EVANGELIO?


La inculturación del Evangelio consiste en la acción de "penetrar", "infiltrar" o, mejor aún, "impregnar" cada cultura con la "sal de Cristo", con el "fermento del Espíritu", de modo que sea la acción misma del Espíritu de Cristo la que ilumine y transforme a las personas y las sociedades "desde dentro".
 
Lamentablemente, muchos sacerdotes y misioneros no han entendido esto así, sino que han asumido la inculturación como una estrategia evangelizadora en la que se toman elementos de la cultura local para atraer más gente a las celebraciones religiosas o a las comunidades eclesiales.
 
Asumida así la Evangelización, la Iglesia y el Evangelio terminan siendo amoldados a los patrones culturales locales... y esto no es inculturación del Evangelio, sino su aculturación, dando como resultado una lamentable deformación y, en no pocos casos, una degradación de la vivencia de los sacramentos y del estilo de vida auténticamente cristiano.

jueves, 14 de marzo de 2013

APUNTES BREVES 09: EL NUEVO PAPA Y LA MODERNIZACION DE LA IGLESIA


Con la elección del nuevo Papa, S.S. Francisco, muchos, tanto al interior como al exterior de la Iglesia Católica, esperan una "modernización" de ésta pues, dicen, "se quedó en épocas pasadas". Lo primero es una espectativa razonable, pero lo segundo es una acusación falsa, o, por lo menos, errónea: la Iglesia Católica, a lo largo de los tiempos, se ha "actualizado" según las circunstancias de cada época. La pregunta que habría que hacerle a quienes desean y hasta reclaman esa "modernización" es qué entienden ellos, en realidad, con este término, y en qué aspectos específicos esperan que la Iglesia "se modernice".
 
Porque, lo primero que hay que entender, es que no todo es "modernizable" o, mejor dicho, hay realidades que son perennes (siempre "modernas"), por ejemplo: la Verdad. La "Verdad", si es verdad, no cambia con los tiempos. Los que están a la espera de que con S.S. Francisco cambien asuntos que van en contra de las verdades fundamentales de la Religión Cristiana (en general) y de la Iglesia Católica (en particular), como, por citar algunos ejemplos:
 
  • la aceptación de las relaciones sexuales y el "matrimonio" entre personas del mismo sexo.
  • las relaciones prematrimoniales y la unión libre.
  • el uso indiscriminado de anticonceptivos y el aborto.
  • la eutanasia y el suicidio asistido.
  • la llamada "modernización" y "flexibilización" de la liturgia.
  • el sacerdocio femenino.
  • etc.
... los que esperan tales cosas (disculpen la repetición), se engañan... están profundamente equivocados... La tarea de "modernización" y "actualización" de la Iglesia no consiste en acomodarse a las demandas de la cultura y la sociedad contemporáneas, sino en asumir los nuevos retos que éstas le representan a la Evangelización, de modo que la Iglesia sepa hacer más visible a Cristo y más comprensible su Evangelio en medio de las circunstancias y los retos del mundo actual, transmitiendo con lenguaje, imágenes y métodos vigentes la verdad eterna.
 
Para finalizar este comentario, les recuerdo a quienes esperan que con S.S. Francisco se operen dichos cambios, que deben tener claro dos cosas:
  • que el Papa no gobierna solo la Iglesia, como si fuera un soberano absoluto y autócrata, sino que rige los destinos de la Iglesia en comunión con el Colegio Episcopal, y asistido de cerca por el Colegio Cardenalicio.
  • que el Papa, y los Obispos y Presbíteros de todo el mundo que guardan comunión con él, no son dueños ni libres intérpretes de las doctrinas que enseñan, sino que dichas enseñanzas les fueron confiadas ("depositadas") por Dios a ellos, y tienen la tarea de conservarla (2Tm 1,14) con la asistencia del Espíritu Santo (2P 1,20-21; cf. Hch Jn 14,26; 16,13;).